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DECÁLOGO DE LOS ERRORES MÁS FRECUENTES AL HABLAR EN PÚBLICO

Jürgen Klaric, es un tipo al que le sigo la pista desde hace un par años. Para ser exactos, desde que vi su documental "Un crimen llamado Educación". El cual, recomiendo ampliamente, les cuelgo la liga, ojalá se animen a verlo: https://www.youtube.com/watch?v=7fERX0OXAIY no les cuento más, porque esta entrada pretende ahondar en otro tema.


Klaric, es un docente, escritor e investigador estadounidense en neuromarketing y neuro-innovación. Es presidente y cofundador del grupo Mindcode International, empresa dedicada al neuromarketing.


La neurociencia como disciplina científica ha traído consigo innumerables avances en el terreno de la biología, la medicina, la química, etcétera. En el camino ha dejado también innumerables aportaciones en otras materias menos afines como la psicología, la sociología u otras aplicaciones comerciales como la investigación comercial y de mercados. En ese sentido, Klaric, escribió en el año 2018 el libro: ´Neuro oratoria´. Un libro bastante oportuno para el sujeto que pretende ser un orador coetáneo.


De este libro se desprenden 10 capítulos que conducen a potenciar la habilidad del orador para que atrape a su audiencia desde la primera frase que emita. También, señala los errores más comunes que suelen cometerse cuando no se tiene la suficiente experiencia en este ámbito.

Para que esto no suceda más, les comparto el decálogo de los errores más frecuentes al hablar en público.


NOTA: Si deseas leer el libro completo, al final de esta entrada encontrarás la liga de descarga.




1. QUEDARSE EN BLANCO


Este es uno de los errores más temidos al hablar en público. Pero aunque es una situación bastante incómoda, resulta completamente normal que a causa de los nervios se pierda el hilo

de lo que se está diciendo. Y es normal porque ante el estrés, el sistema nervioso entra en un estado de alerta que está asociado a las situaciones de peligro. En ese momento todo tu cuerpo reacciona para moverse con rapidez y escapar del daño, lo que inhibe el razonamiento creativo. En tus glándulas suprarrenales se segregan glucocorticoides, hormonas que interfieren en el

funcionamiento del hipocampo, que es precisamente la parte del cerebro que dirige los recuerdos que pueden ser expresados verbalmente.


Los efectos de los glucocorticoides no desaparecen de inmediato, por lo que es recomendable detenerte durante unos segundos. Luego podrás continuar con tu exposición. No pasa nada si te saltas uno de los temas y vas directamente al siguiente punto. O bien puedes lanzar una pregunta a la audiencia para dar tiempo a que tu sistema nervioso se recupere. Lo esencial es que reanudes el ritmo sin hacer evidente el olvido.


2. PROYECTAR INSEGURIDAD


Una gran parte de tu éxito al hablar en público depende de lo que la audiencia perciba de ti. Si divagas o dudas, transmites inseguridad, y aunque sepas de lo que estás hablando, puede parecer que no es así.


Para ganar seguridad, es necesario que prepares tu conferencia tanto como te sea posible. Lograr seguridad en el escenario no es cuestión de suerte sino de práctica. Se recomienda que por cada minuto que hables, hayas trabajado al menos siete minutos.


3. AUSENCIA DE HISTORIA


Exponer una serie de datos no va a permitirte conectar con tu público; al contrario, solo lograrás aburrirlo. Por eso debes organizar los datos para sustentar lo que quieres decir, y crear en

torno de ellos una historia intensa, que te permita conectar con tu público.


Por ejemplo hay una charla TED de Sebastian Wernicke, bionformático y

consultor corporativo, que si bien presenta una serie de datos, los sistematiza

para comunicar una gran idea:


identificar cuáles son las charlas que han tenido mayor poder de captar la atención del público y qué características son las que más aprecia la gente en una presentación. Este caso sirve para darte cuenta de cómo puedes construir una gran historia a partir de una larga serie de datos.


4. FALTA O EXCESO DE TIEMPO


Si hay algo que causa nerviosismo, es que se te acabe el tiempo de la presentación, o al contrario, que te sobre tiempo.


Para calcular el tiempo te recomiendo que si ensayas, cronometres tus tiempos. Y recuerda que en la realidad, tu exposición durará aproximadamente entre 25% y 50% más que cuando estés practicando, así que tómalo en cuenta.


5. LEER MÁS DE 5 LÍNEAS


Si has escrito una maravillosa presentación y estás dispuesto a leerla, recuerda que no hay nada más aburrido y menos profesional que un expositor que lee frente al público, porque este

pensará que sería mejor haber leído en internet todo lo que estás diciendo.


Si necesitas un apoyo, quizá convenga tener una tarjeta donde hayas escrito tu esquema general, pero esto debe ser solo un mapa mental que con un simple vistazo te recuerde el eje de tu discurso y que te ayude a sentirte seguro.


6. IR MUY RÁPIDO O IR MUY LENTO


Si hablas muy rápido, cualquier cosa que digas perderá impacto.

Mientras que si lo haces lento, transmitirás mucha más seguridad, confianza y experiencia.

Las pausas son fundamentales, llaman la atención del público y reflejan que tienes confianza y tranquilidad.

Ir un poco lento también te da oportunidad de que el público asimile y se conecte con tu idea, además de que te permite formular tu siguiente idea y ser más fluido y natural.


7. MALA DICCIÓN


Tu dicción no debe de ser perfecta; sin embargo, la audiencia debe poder entenderte. En mi experiencia, sé que hay palabras que pueden resultar complicadas. Esto sucede porque no estamos acostumbrados a vocalizar ni a adoptar correctamente la abertura de la boca al decir cada vocal.


Si tú sueles trabarte al hablar, intenta practicar con trabalenguas. No importa la velocidad, sino que cada palabra se entienda.


8. HACERTE EL CHISTOSO


Con mucha frecuencia se aconseja contar algún chiste o anécdota simpática para hacer más amena una exposición. Sin embargo, esto depende mucho de tu personalidad. Recuerda que es mejor tener un sentido del humor natural sin forzar un comentario gracioso que no resultará efectivo ni tendrá impacto en el público.


9. HABLAR SIN EMOCIÓN


Si el tema del que vas a hablar no te causa entusiasmo, deberías pensar si te conviene hablar de eso, porque exponer sin emoción es un error que puede ser la consecuencia inevitable de haber dado la misma presentación más de diez veces en los últimos meses pero que lo único que logra es no conectar ni enganchar al público. El entusiasmo es muy difícil de actuar, por eso es necesario que te conectes con el tema primero y que cada repetición sea para enriquecer tu propio discurso y no solo repetirlo.


10. PROBLEMAS TÉCNICOS Y DISTRACTORES


Las fallas técnicas siempre pueden suceder, pueden ser con la computadora, las luces, el sonido o el proyector. Sin embargo, hay otras cosas que pueden ser un problema: los distractores, como una puerta ruidosa o un aire acondicionado defectuoso.


Para minimizar la posibilidad de que ocurran estos inconvenientes, es preferible llegar con suficiente tiempo de antelación a donde será la exposición y verificar las condiciones técnicas, organizativas y espaciales. Así como tener un respaldo extra de tu presentación, no depender de la conexión a internet, y observar hacia el escenario para darte cuenta de cómo te verá el público e identificar posibles distractores.


 

Liga de descarga: https://cutt.ly/CfQ3yK2

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1 Comment


Tendré que leer ese libro, porque mis discursos son empíricos, que nacen y se hacen desde el corazón. Mucho por aprender en esa línea que en mi función es necesario.

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