La cara de la contemporaneidad se ha asomado por la ventana del confinamiento a través de este libro escrito por Boaventura de Sousa Santos (profesor catedrático jubilado y Director Emérito del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra), que problematiza el impacto generado por el COVID-19 en los diversos ámbitos de la sociedad, sobre todo en aquellos de los que poco se ha dicho.
LA CRUEL PEDAGOGÍA DEL VIRUS, a diferencia de lo que seguramente pensarán (al igual que yo) al leer el título, no es un libro que se enfoca en la pedagogía que se aplica a la enseñanza y educación escolar, por el contrario, tomando en cuenta que la pedagogía coetánea está relacionada con la Psicología y con la Sociología, este es un libro pertinente que no sólo pretende crear conciencia, sino que promueve una visualización al futuro inmediato.
Con ello, podemos pasar de la idealización a la planificación de acciones y métodos para reintegrarnos como una sociedad colectiva y no dispersa, como lo éramos, hasta el último día antes de iniciar el confinamiento impuesto.
El libro se compone de cinco capítulos, el primero: “El virus: todo lo que es sólido se desvanece en el aire”. De Sousa Santos, narra en este capítulo que los estragos de la pandemia no son una situación opuesta a la situación actual, es decir, que sin apreciarlo palpablemente, hemos vivido en una pandemia permanente generada por el monstruo del capitalismo y del neoliberalismo hace ya más de cuarenta años.
En ese sentido, se pretende que conozcamos y entendamos el papel que hemos venido ejerciendo en el daño a la economía nacional; en los lazos que nos deberían unir como una masa de humanos que, hasta hoy, sólo ha interactuado frívolamente; en lo vulnerables que somos ante las fake news promovidas por países con intereses superpuestos y que dañan el raciocinio de las democracias; en la pérdida paulatina de los valores universales y de la empatía que caracterizó a la doctrina del comunismo.
El segundo capítulo, “La trágica transparencia del virus”. En este se evidencia la opacidad de los debates culturales, políticos e ideológicos de nuestro tiempo, dejando al descubierto su profunda distancia de la gran mayoría de la población, los ciudadanos comunes, «la gente de a pie».
En el capítulo tres, titulado: “Al sur de la cuarentena”. Se describe la discriminación que ha traído consigo esta cuarentena, refleja lo difícil que es experimentar para ciertos grupos el confinamiento que, ni en el peor de los escenarios, pensaron vivir.
Este apartado, en lo personal, me conmocionó. Puesto que, De Sousa, a través de una compilación testimonial convierte en una metáfora el sufrimiento humano causado por la explotación capitalista, la discriminación racial y la discriminación sexual de los grupos más vulnerables e ignorados.
Dentro de estos, se encuentran las mujeres, “la cuarentena será particularmente difícil para las mujeres y, en algunos casos, puede ser peligrosa. Las mujeres son consideradas «las cuidadoras del mundo», prevalecen en la prestación de cuidados dentro y fuera de las familias. Prevalecen en profesiones como enfermería o asistencia social, que estarán en la primera línea de atención a los enfermos y ancianos dentro y fuera de las instituciones.”
También se encuentran los trabajadores precarizados, informales, llamados autónomos. ¿Qué implica la cuarentena para estos trabajadores, que tienden a ser los primeros en ser despedidos cada vez que hay una crisis económica?
Este capítulo no omite el sufrimiento de los vendedores ambulantes; el de las personas sin hogar o que viven en la calle; el de los residentes de las periferias pobres de las ciudades, favelas, asentamientos informales, barrios, etcétera; el de los internos en los campos de internamiento para refugiados, los inmigrantes indocumentados o las poblaciones desplazadas internamente; el de los discapacitados y el de los ancianos.
Sobre el cuarto capítulo, “La intensa pedagogía del virus: las primeras lecciones”. Como el título indica, describe seis lecciones que la humanidad ha aprendido (según datos obtenidos por diversos organismos e instituciones) en relación con el tiempo político y mediático que condiciona a una sociedad incapaz de percibir los riesgos que corre; la contaminación atmosférica, que es sólo una de las dimensiones de la crisis ecológica; la reversión de la explotación ilimitada de los recursos naturales; la desacreditación de la extrema derecha; la degradación de gobiernos neoliberales y la regulación de las sociedades modernas regidas por el Estado, el mercado y la comunidad.
El último capítulo, titulado: “El futuro puede comenzar hoy”. No es más que una reflexión personal del autor que asevera que “sólo mediante una nueva articulación entre los procesos políticos y civilizadores será posible comenzar a pensar en una sociedad en la que la humanidad asuma una posición más humilde en el planeta en el que habita.”
La nueva articulación presupone un giro epistemológico, cultural e ideológico que respalde las soluciones políticas, económicas y sociales que garanticen la continuidad de una vida humana digna en el planeta.
La irrupción de la pandemia en la vida cotidiana puso en crisis una “normalidad”. Frente a ello, el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, expone un conjunto de preguntas inquietantes: ¿qué conocimiento potencial proviene de la pandemia del coronavirus?, ¿carecen las democracias de la capacidad política para responder a emergencias?, ¿qué significa la cuarentena para los trabajadores que ganan cada día lo que necesitan para sobrevivir ese día?
Te comparto el libro mediante OneDrive, ojalá sea de tu interés. Necesitamos más textos como este para adquirir las herramientas y competencias necesarias para transformar nuestra realidad social.
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