Durante muchos años la educación que conocemos como pública, gratuita y obligatoria ha regido universalmente el proceso académico de los humanos. Este modus operandi educativo surgió a principios del siglo XIX, en un mundo positivista regido por una economía industrial, por lo que buscó obtener los mayores resultados observables con el menor esfuerzo e inversión posible, aplicando fórmulas científicas y leyes generales, en este sentido, la escuela obligatoria y gratuita era la respuesta ideal a la necesidad de los innumerables trabajadores de la clase obrera y fueron los empresarios industriales del siglo XIX quienes financiaron la escolarización pública a través de sus fundaciones.
El método que implementó la educación para hallar a las mentes más brillantes, se limitó a la clasificación de éstos por números que a su vez correspondían a los promedios que se obtenían con calificaciones impuestas. Si un alumno se destacaba en matemáticas, seguramente sería el más brillante del grupo, pero si un alumno no lo era, lo etiquetaban con orejas de asno y lo hacían creer que era uno de los alumnos más incompetentes.
Este modelo educativo reprimió por mucho tiempo a los niños en distintas generaciones y hasta hoy en día existen adultos creyendo que, si no fueron lo suficientemente inteligentes para obtener buenas notas en la escuela, entonces tampoco lo son para conseguir un empleo que les permita un nivel de vida estable.
Actualmente vivimos en una sociedad abundante de personas carentes de motivación profesional, por la única opción de formación que generó la educación, siendo ellos, el resultado de un molde académico que los impulsó a ejercer lo que realmente no querían. Sin embargo, debieron cumplir con el compromiso que tenían con sus padres y obtuvieron un título académico para ser aceptados por ellos y por la sociedad, renunciando a la “locura” de realizar algo diferente, a algo que no se enseñara en las escuelas, a esa utopía prohibida en la que ellos serían los mejores operadores.
Apegándose sin opción al modelo educativo, las mentes brillantes del siglo XIX y gran parte del siglo XX fueron limitadas por más de un siglo hasta que, en el año de 1983 Howard Gardner (psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard) formuló un modelo de concepción de la mente que denominó como: Teoría de las inteligencias múltiples. Esta teoría demostró que el modelo educativo hasta hoy existente es ineficiente y por lo tanto, se ha convertido en un modelo educativo obsoleto.
Lo que Gardner afirma en su teoría es que cada individuo cuenta con un cerebro dividido en dos hemisferios (izquierdo y derecho) capaz de desarrollar hasta nueve posibles inteligencias. Según él, desde el nacimiento ya se es un genio potencialmente mayor a lo que fue Aristóteles, Isaac Newton, Albert Einstein, entre otros. De lo que depende que esa inteligencia nata se haga efectiva, es de las oportunidades que ofrezcan los padres, educadores, profesores e instituciones que acojan a esos pequeños genios y se encarguen de estimular esa inteligencia temprana con un par de elementos universales y vitales como lo son el afecto y el amor.
La relación que tienen los elementos anteriores con la fluidez de las inteligencias múltiples es indispensable, de no contar con ellos los niños carentes de motivación afectiva no encontrarían sentido a su continua formación y se desviarían inconscientemente a realizar acciones que lograran conquistar la atención de sus padres.
Las inteligencias que conforman y desarrollan esta teoría son las siguientes:
⦁ Inteligencia lingüística-verbal
⦁ Inteligencia lógico-matemática
⦁ Inteligencia naturalista
⦁ Inteligencia intrapersonal
⦁ Inteligencia visual espacial
⦁ Inteligencia musical
⦁ Inteligencia corporal cinestésica
⦁ Inteligencia interpersonal
⦁ Inteligencia espiritual
Para conocer la consistencia de cada una de ellas, se recomienda leer "Estructuras de la Mente"
Estas inteligencias se relacionan entre sí y gracias a eso, cada una de ellas puede ser potenciada al máximo, no puede haber genialidad si no se desarrolla al menos el 40% de cada hemisferio del cerebro (Gardner, 1993).
Si un científico desarrolla una vacuna para exterminar algún virus, indudablemente el hemisferio izquierdo de su cerebro es altamente desarrollado, su investigación se apega a deducir e inducir información aplicando la lógica, apoyándose de la ciencia, entre otras particularidades que caracterizan a este hemisferio, pero si no cuenta con un hemisferio derecho medianamente desarrollado, no podrá encontrar los caminos que lo lleven a hipótesis nuevas para crear una vacuna que no extermine, sino prevenga el temible virus. Con este ejemplo podemos constatar que a pesar de que existan seres que desarrollen en gran medida uno de los dos hemisferios del cerebro, se necesitará de la potencialidad del otro para realizar genialidades.
La llegada de esta teoría a nuestro tiempo es pertinente para dar respuesta a los acontecimientos que vemos hoy como resultado de una era que ya dejó de pertenecer al mundo de hace apenas unas décadas. La aparición, revolución y epidemia que trajo consigo el internet ha derrocado a lugares (independientemente de las escuelas) que generaban conocimiento y al que sólo los afortunados tenían acceso.
Este fenómeno propio del siglo XXI en fusión con la teoría de Gardner, no permite la privación de genios en potencia, ya no más mentes reprimidas, se ha roto el molde académico y ha surgido una generación de superhéroes.
El acontecimiento que predice Ignacio Andrío (Profesor, orientador y formador dedicado al coaching educativo ,dirigente del proyecto EDUCOACH) es el incremento de la esperanza de vida, a medida que avanza el tiempo también lo hacen los descubrimientos médicos y es altamente probable que se generen métodos que incrementen el promedio de vida; irónicamente tiempo, es lo que ésta generación de superhéroes tendrá de sobra para realizar acciones grandiosas que personas de generaciones pasadas lograron con mucho tiempo y esfuerzo.
En tiempos anteriores, los acreedores a un Premio Nobel (galardón internacional que se otorga anualmente) eran personas de edad avanzada, reconocidas por sus investigaciones y contribuciones que apuntaban a su larga trayectoria en pro de la humanidad.
En el año 2014, un suceso desató el asombro internacional al nombrar por vez primera a una persona de 17 años de edad como acreedora al Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose en la más joven en acceder a ese premio en cualquiera de las categorías que se otorga, siendo ésta Malala Yousafzai, una joven que desarrolló el hemisferio derecho de su cerebro, su inteligencia pertenece a la categoría lingüística-verbal, ha escrito desde niña y su temprana familiarización con el internet le permitió dar a conocer sus escritos a través de un blog que la llevo a ser el centro de atención de muchos activistas defensores de los derechos civiles.
Esto resultó grandioso, pero… ¿quién nos afirma que ella ha sido la primera en desarrollar esa capacidad a temprana edad? ¿No habrá existido en otros tiempos jóvenes con la misma capacidad para ser galardonados con algún Premio Nobel? He aquí la importancia de la rápida y recóndita divulgación que ofrece la alternativa virtual, tal vez fueron muchos los personajes que han pasado a la historia sin ser reconocidos por sus capacidades, ya que, al no pertenecer al siglo XXI no les alcanzó el tiempo para hacerlo.
Mismo caso, es el de los niños-jóvenes que desarrollan la inteligencia musical o cualquier otra inteligencia, basta con subir videos a la red mostrando sus talentos y saltan drásticamente a una fama inverosímil. Ningún talento queda exento de triunfar, ya no habrá historias llenas de adversidades para lograr ser escuchados y reconocidos.
La era de las nuevas generaciones es sumamente grandiosa, otro ejemplo de esto son los Youtubers, siendo usuarios que producen, suben y publican vídeos en la plataforma de Youtube, teniendo grandes números en los suscriptores de su canal generando un ingreso económico por ello. En esta plataforma se puede observar a niños a partir de 4 años de edad dirigiéndose a sociedades masivas, desarrollando de entrada su potencialidad lingüística y la inteligencia interpersonal; generando además grandes cantidades económicas. Ellos, realmente no necesitan más oportunidades para tener una vida económicamente estable si descubren hacia donde se dirigen sus inteligencias y fortalezas, aprovechando desde luego, las herramientas virtuales que les ofrece su tiempo.
En la actualidad para tomar una clase de Geografía ya no es necesario traer consigo un mapa para limitarse a ubicar territorios trascendentales, basta con sacar el móvil del bolsillo e ir a diversas aplicaciones como Google Maps (servidor de aplicaciones de mapas en la web) para ilustrar imágenes de mapas desplazables, así como fotografías por satélite del mundo e incluso la ruta entre diferentes ubicaciones o imágenes a pie de calle; siendo esta aplicación (como muchas otras), el pan de cada día de las nuevas generaciones.
¿Acaso estos no son superpoderes?
La tecnología del siglo XXI apenas está comenzando y avanza a pasos agigantados, la educación debe acoplarse a estos ritmos e implementar medidas emergentes para preservar los valores universales que han regido la humanidad, ésas deben ser permanentes. Los padres de familia se encuentran en desventaja ante estas evoluciones y son vulnerables en este proceso, por lo tanto, vigilar y orientar constantemente a los pequeños genios, será fundamental para que se desarrollen idóneamente en un mundo de distintas dimensiones.
Me gustaría concluir de manera inusual este análisis, con una pregunta que impulse a pensar al lector, ¿creen que las nuevas generaciones necesiten desarrollar sus capacidades consumiendo la polémica píldora de la inteligencia? La llegada de la píldora, ha generado entre expertos de la ciencia y otros filósofos como Stephen Hawking (físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico) un debate intenso entre las ventajas y desventajas que pueden causar a la humanidad esta alteración de inteligencia artificial. ¿Realmente esta píldora podrá superar permanentemente la luminosidad de las inteligencias múltiples y los superpoderes que nos ofrece nuestro tiempo?
Referencias.
Howard Gardner. (1993). Estructuras de la mente. Nueva York: Basic Books, división de Harper Collins Publisher.
González Heck. [Eulam producciones]. (2012, agosto 13). La educación prohibida [Vídeo]. Recuperado de Youtube
Nuria Sánchez. [Canal de espacio holístico]. (2015, abril 12). Inteligencias múltiples en el aula [Vídeo]. Recuperado de Youtube
Ignacio Andrío. [Canal coaching educativo]. (2014, noviembre 24). Inteligencias múltiples la nueva generación [Vídeo]. Recuperado de Youtube
Comments